domingo, 17 de marzo de 2013

Dimensiones Malditas. Capítulo 16


Capítulo 16. Amenaza

Utena y Anthy llevaban un buen rato caminando en busca de una tal Sailor Moon, siguiendo las indicaciones que Toga les había dado. Utena había oído hablar alguna vez de esa chica a causa de los múltiples rumores que siempre se contaban por la escuela.
-Utena: ¿Estás segura que es por aquí?
-Anthy: Tranquila Utena, llegaremos en un momento
Mientras hablaban, un grupo de chicas aparecieron de repente.
-Sailor Moon: ¿Quiénes sois vosotras? ¡No os había visto antes por aquí!
-Sailor Mercury: ¡Tranquilízate Usagi!
-Sailor Mars: No podemos tranquilizarnos. Después de lo que le ocurrió a Sailor Jupiter, cualquiera es un enemigo a tener en cuenta.
-Utena: ¿Le ha ocurrido algo a una amiga vuestra?
-Sailor Venus: Sí, verás....
Sailor Venus iba a explicar lo sucedido cuando Keroron apareció jadeando. Había corrido mucho para llegar hasta allí.
-Keroro: ¡Utenaaaaaa! ¡Has llegado!
-Utena: ¿Y ésto?
 -Anthy: Hola Keroro, encantada de conocerte.
-Keroro: Vaya, la novia de la rosa. Me alegro de que estés aquí.

-Utena: ¡No hay tiempo para presentaciones! Habéis dicho que a vuestra amiga le ha ocurrido algo, ¿verdad? Tal vez nosotras podamos ayudar.
Utena y Anthy fueron llevadas al lecho donde dormía Sailor Jupiter. La joven se había recuperado de las heridas físicas, pero había algo que impedía que se abrieran sus ojos. Anthy reconoció enseguida lo que le había ocurrido. Su sonrisa habitual no se borraba a pesar de conocer los efectos de lo que le ocurría.
-Utena: ¿Qué pasa Himemiya?
-Anthy: Estos efectos.... No hay duda.... ¡Es cosa de The Black Rose!
-Sailor Moon: ¿The Black Rose?
-Keroro: Ya había oído hablar de ella. Pero no creí que existiera realmente
-Anthy: The Black Rose es un arma mortífera. Bajo la apariencia de una inofensiva rosa negra, aumenta su fuerza y belleza eliminando a sus víctimas a través de sus espinas.
Por sí misma es inofensiva. Su poder surge cuando alguien con un corazón tan negro como los pétalos toca su tallo.
Se han dado casos de gente que ha utilizado las espinas de la rosa negra para crear una especie de lianas hechas con espinas. Existen diversos tipos de espinas, cada una ejerce un poder diferente. Individualmente, son muy pocas las espinas que provocan la muerte, pero si cualquier tipo de espina hiere tu cuerpo, estarás indefenso ante tus enemigos.
 -Utena: ¿Han alterado el poder de la rosa para crear armas?
-Anthy: Sí, yo...
Anthy iba a decir algo, pero de repente se detuvo y continuó con la hgistoria de la misteriosa flor:
Se dice que la única manera de detener los efectos de la flor es haciéndole perder todos sus pétalos.
Sin embargo, existe una leyenda que dice que si la rosa es deshojada, un arma terrible surgirá, y si la empuña alguien de vil corazón, se convertirá en el demonio más poderosos de todos. Casi podría considerarse un dios de negro corazón.
 -Keroro: Entonces nuestra misión está clara: Destruiremos la flor y el arma que pueda ser liberada.
-Sailor Moon: ¡Seguro que entre todos seremos capaces de salvar a Makoto!
-Keroro:  De momento será mejor que llevemos a vuestra amiga a la base. Allí estará a salvo.
-Sailor Venus: ¿Vosotras también vendréis?
-Utena: Sí, lo que sea con tal de solucionar este asunto.
Keroro abrió un portal y todos les siguieron, pero en un  descuido, Utena agarró a Anthy del brazo.
-Utena: Himemiya, estoy segura de que no nos has contado todo lo que sabes.
-Anthy: ¿Qué quieres decir, srta Utena?
-Utena: Conocías a los sincorazón, a Keroro, y a esa extraña rosa. Todavía sabes más cosas y no me las has contado.
Anthy miró fijamente a la mujer a la que estaba prometida, sus ojos reflejaban enfado y miedo.

Lilo jugaba con Stitch utilizando sus discos favoritos de Elvis. Era su actividad favorita después de haber salvado el mundo de la destrucción que podrían haber provocado los experimentos de Jumba.
Mientras Lilo y su "mascota" decidían el disco por el que el extraterrestre tendría que pinchar y reproducir con su boca, la hermana mayor de la niña apareció.
-Nani: Lilo, me voy a pasear con David, tu quédate aquí con Jumba y Pleakley.
-Lilo: Muy bien Nani.
-Nani: No me ha gustado mucho la forma de decir ese muy bien. ¡Ni se te ocurra salir de casa!
Lilo asintió, pero tan pronto como Nani cogió el coche, Lilo, Stitch, Jumba y Pleakley salieron siguiéndola. Querían averiguar cómo le iba la cita con David.
-Jumba: Poderme alguien explicar porqué científico malvado tener que acompañaros hasta la playa.
-Pleakley: Lo más importante ahora es saber  cómo va la cita de Nani. Tengo muchas ganas de realizar el antiguo arte terrícola conocido como "cotillear"
De repente, un monstruo parecido a un experimento genético apareció ante ellos. Pero era muy extraño, un cuerpo extraño, un color negro como el carbón, y unos ojos esperando a destruir a su víctima.
 Stitch se enfrentó a aquel ser extraño utilizando su cañón láser, pero el arma poco podía hacer contra esa criatura.
Lo que Lilo y Stitch no sabían, era que otra amenaza mayor a esa criatura se acercaba a la isla, Nani y David observaban aquello que se aproximaba con una velocidad peligrosa.
¿Qué iba a ser de ellos?
Ariel llevaba un rato nadando cuando se encontró con Sebastián y Flounder.
-Ariel: Amigos ¡Qué alegría me da veros!
-Flounder: ¡Ariel! ¡Estás aquí! ¡Vuelves a ser una sirena!
-Sebastián: Has decidido volver al fondo del mar, ya sabía yo que aquel príncipe no era bueno para ti.
-Ariel: Sebastián, yo con Éric estoy de maravilla, somos muy felices, si he venido es para ayudar a mi madre.
-Sebastián: ¿A tu madre?
En aquel momento, los dos acompañantes de Ariel, la reina Athenea y Jean-Bob, aparecieron.
-Sebastian: ¡Reina Athenea! ¡Estáis viva!
-Athenea: ¡Cuánto tiempo sin vernos, Sebastián!
La reina estaba demasiado cansada como para seguir moviéndose.
-Jean-Bob: Hola soy Jean-Bob, soy un príncipe atrapado en el cuerpo de una rana. Pero el beso de una hermosa dama, me devolverá a mi forma original.
-Ariel: Sebastián, necesito que avises a mi padre. Dile que nos dirigimos al reino del Norte.
Sebastián se dirigió al palacio mientras Flounder se quedaba para unirse a su amiga en una nueva aventura. Por desgracia, Athenea estaba demasiado cansada y no podía moverse, así nunca llegarían a su destino. De pronto, un portal se abrió que llevaba al reino del Norte. Todos lo atravesaron para encontrarse con un lugar arrasado, lo que antes fue un verdadero paraíso, ahora estaba en ruinas.
 Ariel observaba preocupada aquel lugar. No se parecía en nada a lo que dijo su madre, y no sabía dónde podía encontrarse aquella misteriosa sirena. De repente, Jean-Bob giró la vista y gritó.
-Jean-Bob: ¡Ariel! ¡Tu madre ha desaparecido!
Mientras tanto, en el palacio de Atlantis, Sebastián advertía al rey Tritón de la situación. A cada palabra del cangrejo, el rey sentía un torbellino de sentimientos: alegría, amor, miedo, y un misterioso y profundo odio que nunca antes había experimentado.
 CONTINUARÁ

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