Las mazmorras del Inframundo, un lugar frío donde las pobres víctimas de los sincorazón, aguardaban la llegada de su destino.

-Nanami: ¿Cuánto tiempo piensan dejarnos aquí?
-Kairi: Tranquilízate Nanami, de alguna manera podremos salir de aquí.
-Nanami: A mí no me interesa salir si no es mi hermano quien acaba rescatándome.

El carcelero se dirigió hacia Kairi.
-Oogie Boogie: Lord Orochimaru me ha ordenado que te lleve ante él, tienes suerte, te dejará vivir un poco más. Aunque si dependiera de mí, ya te habría devorado.
-Kairi: No tengo miedo a morir, pues mi destino de muerte debería haber llegado hace tiempo. Sin embargo, temo lo que ese monstruo haría conmigo. Yo también prefiero que me devores.
-Oogie Boogie: Una chica inteligente sin duda.

-Shego: Mira que intentar desobedecer ordenes de alguien superior a ti. Mereces la muerte saco de insectos. Ni siquiera eres un villano digno resucitado por el Edo Tensei. Será fácil recomponerte.
Con esas palabras, Shego destruyó al mostruo. Los insectos que lo formaban fueron huyendo por toda la sala.

Miroku, Sango y Rajah se pusieron en medio para proteger a Kairi.
-Miroku: Lo siento, pero no dejaré que te la lleves.
-Shego: El vórtice. ¿Sabes por qué era el imbécil de Oogie quien vigilaba? Por que su nuevo cuerpo estaba hecho de unos insectos aún más venenosos que las abejas del infierno. Ahora esos bichos corren alegremente por la zona ¿Estás dispuesto a absorberme a mí a esos seres?

Rajah intentó abalanzarse sobre aquella malvada mujer, pero Kairi le ordenó que se detuviera. No quería que nadie saliera herido por su culpa.
-Kairi: ¿A dónde me llevas?

Mientras caminaban por las celdas, Kairi advirtió que alguien se encontraba en un lugar extraño. Era una celda de cristal, con un material extraño. Pero ella estaba segura de haber visto a ese joven antes, y ese material no cubría tanto su cuerpo ¿A caso pretendía cubir su cuerpo por completo?
Confundido, Dimitri pasaba por las calles de París, preguntándose qué le había pasado, y dónde estaba su querida Anastasia.
-¿?: Por fin te has despertado
Dimitri: ¿Qué? ¿Quién me habla? ¿Dónde estás?

-Dimitri: ¿A ayudarme?
-¿?: Exacto. Yo te llevaré con tu amada. Llegar junto a ella será como un soplo de viento. Pero a cambio, harás algo por mí...

Pero entonces, vieron que la rosa empezaba a brillar con mucha intensidad. Era algo muy extraño.

-Adam: Hay otra cosa que no entiendo, no está ninguno de mis sirvientes. Si Esmeralda ha acertado, quizás ese hombre les hay secuestrado
-Pocahontas: Creo que la mejor opción sería dividirnos en dos grupos.

Los grupos se dividieron. Febo, Esmeralda, Pocahontas y Quasimodo se dirigieron al ala Este para buscar a aquel misterioso personaje.
-Febo: Noto una presencia muy extraña acercándose, estad bien alerta.

-Esmeralda: ¡Frollo! Sabía que aquella visión significaba algo


Por otra parte, el segundo grupo, formado por Bella, Adam, sus sirvientes, y Anastasia.
Se dirigían al ala Oeste, donde la bestia guardaba su rosa mágica.

-Dimitri: ¡Anya!
-Anastasia: ¡Dimitri!
-Dimitri: Tienes que irte de aquí cuanto antes. Os han tendido una....
Antes que el joven pudiera acabar su frase, sus ojos empezaron a brillar.

-Kagura: El amor verdadero puede con todo, incluso con la muerte. A raíz de los amores perdidos por las garras de la muerte, nació la Shadow Love Card. Una carta que retrata a quienes han perdido al amor verdadero. Si alguien cuyo verdadero amor a muerto, toca la carta. El enamorado resurgirá entre los muertos.


En ese momento, la furia empezó a dominarle y el aura maléfica que se cobró la vida de Gastón, volvió a surgir. Era evidente, cada vez que Adam se sintiera en peligro, la Bestia resurgiría para protegerle a él y a Bella.

-Frollo: Observa bien, Quasimodo. No sólo has incapaz de protegerla, por culpa de tu incompetencia, serás testigo de la muerte de la mujer que amas.
-Quasimodo: ¡No! ¡¡Déjala en paz!!
-Pocahontas: No le hagas daño, maldito bastardo.

-Pocahontas: Haz lo que quieras conmigo, me lo merezco. Pero libera a mi gente.
-Nakima: Siento decirte que ya no hay gente. Yo misma me encargué de reducir el poblado a cenizas. Todos han muerto.
-Pocahontas: ¡¡Nakoma!!



-Anastasia (pensando): Según Bella, Adam lucha por el instinto de una Bestia ¿Será posible? ¿En serio Adam podría ser el monstruo que asesinó a Dimitri?

-Sora: Tranquilos, ya estáis a salvo.
-Bella: ¿Sora?
-Anastasia: ¿Conoces a este chico?

-Sora: Entiendo que en uno de estos momentos de desequilibrio, dudemos sobre lo real y lo ficticio, pero te garantizo que no soy ningún personaje de cuento. Aunque es cierto que nos conocimos una vez, pero teniendo en cuenta las circunstancias, es lógico que no lo recuerdes.
-Anastasia: ¿Te encuentras bien, Dimitri?

-Anastasia: Pero... Yo...
-Dimitri: Anastasia, es lo mejor. Tengo que irme ¿Lo entiendes?
-Anastasia: Si... Lo entiendo... Pero...

-Dimitri: Hazlo, por favor.
Tras un último beso de despedida, Sora golpeó a Dimitri con su espada en el pecho, y desapareció en unos instantes, sin dejar nada. Pero Anastasia no pudo aguantar aquella visión y se desmayó

-Sora: ¿Tu eres la bruja que controlaba a Dimitri?
-Kagura: ¿En serio te preocupas por mí teniendo a ese monstruo justo ahí?
-Bella: ¿Quién eres?
-Kagura: ¿Quieres saberlo? Pues que sepas que me llamo Kagura, soy la mensajera del viento.
Sora se dispuso a atacarla, pero entonces irrumpió Shego llevando a Kairi maniatada.

-Kairi: Sora ¡¡No te acerques!!
-Kagura: ¡Cállate! Y tú, muchacho, síguenos.
Acto seguido las tres se convirtieron en una ráfaga que se dirigía al otro lado del castillo. Sora dejó a Adam y Anastasia al cuidado de Bella y las siguió.

-Frollo: Me sorprendéis, capitán ¿Cómo habéis podido pensar que atravesar con una simple espada a alguien que ha vuelto del mundo de los muertos sería suficiente?


Esmeralda miró aterrada como su marido se desplomaba en el suelo.
-Esmeralda: ¡NOOOOOOOOO!

Águila Roja abrió los ojos, le alegró ver que seguía vivo, pero estaba cubierto por una extraña luz verde. Haku estaba igual. Giró la mirada y vio al pobre Satur totalmente paralizado.

-Haku: El hechizo de paz y serenidad es una técnica que retiene el flujo del tiempo del mundo. Tú has sobrevivido porque te he puesto un vendaje de mi época, esa anomalía dimensional puede crear un barrera temporal. Pero esa barrera no aguantará mucho.

-Águila Roja: ¿Y qué pasará con los demás?
-Haku: Cualquier ser de este mundo que no pudiese ser protegido por una barrera dimensional, se encontrará... Bueno, en la misma situación que Satur.

-Haku: ¡Espera! La barrera no aguantará mucho tiempo.
Finalmente llegaron a su destino, la casa de Gonzalo de Montalvo (es decir, Águila roja). En la casa estaba Margarita, cuñada del maestro, totalmente petrificada. Águila roja se quitó el antifaz, mostrando su verdadera identidad.

Haku se marchó, y dejó a Gonzalo con Margarita. Él estaba locamente enamorado de la hermana de su difunta esposa, pero nunca se había atrevido a decirlo. Pero, ahora, se iba a enfrentar a su mayor desafío, con tal de salvarla a ella, a su hijo, y a toda la villa. Se despidió de ella con un beso, y salió de la casa, donde Haku le estaba esperando.

-Gozalo: ¿Irnos? ¿A dónde? Todo el mundo ha sido congelado, no tenemos ningún sitio al que ir.

-Gonzalo: ¿Qué quieres decir con otro mundo?
-Haku: Es evidente que en este mundo carente de magia, eres incapaz de entender lo que digo. Te recomiendo que te agarres, va a ser un viaje complicado.

-Frollo: Al fin y al cabo, la existencia del ser humano es algo frágil y sencillo de eliminar.
-Gothel: ¡Deprisa! Acabemos con ellos y larguémonos de aquí.
Entonces, la llave espada atravesó a Frollo. Las espadas de la luz eran armas capaces de destruir un cuerpo traído por el Edo Tensei.
Frollo empezó a descomponerse.

Gothel estaba aterrada por si podía ocurrirle lo mismo que a Frollo, pero Kagura y Shego se colocaron delante de Gothel utilizando a Kairi como rehén.
-Kagura: ¡No os acerquéis a nosotras!


Febo empezó abrir los ojos.
-Esmeralda: Febo, tranquilo. Conseguiré salvarte, seguirás adelante, ya lo verás.

-Esmeralda: ¡No digas eso! No voy a dejar que te vayas así como así.
-Febo: Me alegro de que poder verte en estos momentos. Escúchame, no llores más por mí. Continúa con tu vida, y vuélvete a enamorar. Quiero que sonrías y seas feliz.
-Esmeralda: Febo, por favor, no me dejes ¡Te quiero!
-Febo: Y yo a ti... Mi hermosa Esmeralda.

Pocahontas, Quasimodo, Bella, Sora y Kairi observaban la escena con los ojos llenos de lágrimas.
-Pocahontas: Yo tengo la culpa. Yo os llevé aquí. Soy una persona despreciable.
-Quasimodo: No es culpa tuya. Nos engañaron a todos.
-Kairi: Pero ahora no es momento para llorar. Hay muchas personas atrapadas por esos monstruos ¡Tenemos que salvarlos!
-Sora: Kairi...

-Sora: Está bien.
Sora le dio a Bella un amuleto que le permitiría abrir un portal cuando fuera necesario. Mientras ella se quedaba en el castillo cuidando de Adam y Anastasia, los demás pasaron un portal que les llevaría con el resto de la Alianza.

La reina Elsa paseaba por su nuevo castillo. Una vez despiertos sus poderes hasta tal punto, era conveniente que se quedara sola, donde no podría dañar a nadie. Lo que no esperaba, era que recibiría una visita de un personaje amenazador.

-Elsa: ¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí? Será mejor que se marche, no quiero hacerle daño.
-Sombra: ¿Hacerme daño? ¿No sabes quién soy yo? Estás hablando con el coco.

-Sombra: Es posible, pero este personaje de cuento tiene una oferta para ti. Dada tu actual situación, creo que lo más conveniente para ti, es que te unas a mí, y luchemos juntos.
-Elsa: Nunca me uniría a alguien como tú. Si quieres mi poder sólo puede ser para crear el caos. No estoy dispuesta a sembrar miedo en la gente.


-Sombra: ¿Has visto lo que acabamos de conseguir? Tienes una fuerza fascinante, Elsa. Nuestro poder combinado, imagínatelo. No tendremos rival en este mundo. A cambio, te prometo que no dañaré a nadie de tu pueblo, por supuesto, tampoco a tu hermana, ella estará totalmente a salvo.

-Sombra: Lo prometo
Finalmente, Elsa cedió. Los monstruos de Sombra entraron en Elsa, cubriendo su corazón de oscuridad. Ahora ella era la nueva reina de las nieves. Mucho más poderosa, pero a la vez, un monstruo sin sentimientos.
-Sombra: Excelente, Elsa, ahora necesito que hagas algo por mí...

Anna, Kristoff, Olaf y Sven caminaban en busca de la hermana de la joven. Ya estaban cerca del castillo, cuando unos extraños visitantes les cortaron el paso.
-Haku: ¿Princesa Anna, de Arendelle?
-Anna: Esa soy yo ¿Y tú quién eres?
-Haku: Me llamo Haku, y este hombre es el Águila Roja.
-Kristoff: ¿Águila roja? ¿De qué circo os habéis escapado?
-Águila roja: Esto es serio. Venimos a pediros ayuda.
-Anna: Pues lo siento, pero no podemos ayudaros, tenemos que encontrar a mi hermana.

-Kristoff: No te fíes, Anna, esta gente me da muy mala espina.
-Anna: O, vamos Kristoff, quizá sea cierto, no sabemos con lo que nos podemos encontrar de aquí al castillo de Elsa.
-Olaf: Es cierto, aquí lo más importante es recuperar el verano.

-Kristoff: Yo lo he intentado, pero por ahora será mejor dejarlo.
Finalmente decidieron unir fuerzas. Así que se dirigieron todos juntos al castillo de Elsa, en las montañas del Norte, sin saber que en lugar de lo que buscaban, encontrarían algo terrible.

Mientras tanto, en el Inframundo:
-Eris: Parece que ya se acercan
-Naraku: Es el momento oportuno. Realmente el poder de la rosa negra casa perfectamente con la esfera de los 4 espíritus corrompida.
-Orochimaru: Ya falta muy poco. Juguemos un poco con ellos antes de que empiece la verdadera tortura.

CONTINUARÁ
No hay comentarios:
Publicar un comentario