viernes, 28 de marzo de 2014

Dimensiones Malditas. Capítulo 32

Capítulo 32. Sangre.


 Rapunzel se despertó de su sueño en el último lugar que deseaba estar: La torre donde creció. Pero esta vez no estaba sola, Bart, Lisa y Ueki estaban con ella encerrados en aquel lugar.
-Lisa: Por fin has despertado. Aún no me puedo creer que esté delante de la misma Rapunzel.
-Bart: ¿Y se puede saber dónde estamos?
-Ueki: No lo sé, pero no veo la salida por ningún sitio.
-Rapunzel: Sólo existe una salida, pero es probable que esté bloqueada.
En ese momento, la princesa escuchó una voz con la que se estremeció.
-Gothel: ¡Rapunzel! ¡Deja caer tu pelo!
-Rapunzel: ¡O no! ¡Madre Gothel! Deprisa niños, tenéis que esconderos.
 Rapunzel y Ueki metieron a Bart y Lisa en un armario para evitar que Gothel los encontrase.
-Ueki: ¿Quién es esa mujer?
-Rapunzel: Una mujer que me secuestró siendo un bebé y me mantuvo 18 años encerrada.
Gothel apareció montada en la alfombra mágica.
-Gothel: ¿Me has echado de menos, querida?
-Rapunzel: Madre ¿Cómo has llegado hasta aquí?
-Gothel: Esta alfombra me ha llevado. Hará lo que sea con tal de que le diga el paradero de sus amigos. Ahora, déjame verte, querida. Según tengo entendido, han pasado 7 años desde nuestro último encuentro, pero te mantienes igual de joven, incluso has recuperado tu pelo.
-Ueki: ¡Apártate de ella, maldita!
-Gothel: Rapunzel, dile a tu perro que aprenda a controlarse.
-Rapunzel: Tranquilo, Ueki. No pienso volver a permitirle usar mi cabello.
-Gothel: Pobre niña inocente ¿De verdad piensas que necesito tu maldito cabello? Sólo he venido a despedirme antes de dejarte aquí encerrada para siempre. Hasta las flores más hermosas pueden marchitarse, y su esencia puede convertirse en veneno.
Gothel cogió un cuchillo y lo lanzó al armario donde estaban los hermanos Simpson.
Aquel arma iba directa a la frente de Bart, pero se desvió, rozándole sólo la mejilla.
El motivo de que Gothel fallase fue que Rapunzel y Ueki la agarraron de ambos brazos y la apartaron lo suficiente como para desviar la trayectoria.
-Rapunzel: ¡No pienso pasar un solo día más en esta torre!
-Ueki: ¡Preparaos! Nos marchamos ahora mismo. Alfombra mágica, puede que no sepamos el paradero de tus amigo, pero te ayudaremos a encontrarlos.
Rapunzel, Ueki, Bart y Lisa montaron en la alfombra mágica y se marcharon de la torre. Rapunzel guió a la alfombra hasta un lugar seguro. Tenían que preparar un plan de lucha por si acaso les volvían a atacar.
-Gothel: Por fin se han marchado ¿Ya lo tienes todo preparado?
-¿?: Sí, cuando lleguen al reino de corona, empezará el espectáculo.
-Gothel: Excelente.
Al llegar al bosque, Rapunzel pensaba en cuál sería su próximo movimiento, cuando vio la herida de Bart. La joven decidió utilizar su cabello para sanar al muchacho. Cubriéndole con su cabello, Rapunzel cantó su mágica canción, con la cual su pelo empezó a brillar. Tan pronto como la luz del cabello llegó a Bart, la herida provocada por el cuchillo de Gothel, desapareció.
-Rapunzel: Con esto será suficiente.
-Bart: Vaya ¡Gracias!
-Ueki: Ahora pensaremos como movernos hasta encontrar el castillo de tus padres. Pero primero habrá que hacer algo con tu pelo. Te resultará complicado con él.
-Lisa: Por eso no te preocupes, yo tengo mucha experiencia peinando y haciendo trenzas a mi Stacy Malibu. Mientras nos preparamos, yo te ayudaré con el pelo.
Un par de horas más tarde, Lisa había terminado de arreglar el pelo de Rapunzel, y la estrategia estaba lista. Otra vez en la alfombra, se dirigieron al reino de Corona. A partir de ese punto, seguirían a pie.
Pero cuando llegaron, se encontraron una imagen que destrozó el corazón de la princesa.

Esmeralda y Pocahontas llegaron a la sala de la piedra angular de luz, donde les esperaban Flynn Rider y la pequeña Lucy.
De la piedra salía una extraña luz. Todos podían sentir un gran peligro. Sabían que sus amigos tenían problemas. Así que decidieron acudir a su ayuda.
Todos los que habían caído en el Tsukiyomi de Itachi, sufrían el dolor de revivir sus más terribles recuerdos, o sufrir sus peores miedos. Sólo había una excepción: la princesa  Jasmine se encontraba en un lugar totalmente desconocido para ella.
Eran los jardines de un castillo. Jasmine observaba maravillada aquel lugar. Justo en el centro de los jardines, junto a un pozo, una hermosa joven vestida con ropa de sirvienta, sacaba agua junto a unas palomas. Jasmine quiso hablar con la hermosa doncella, pero ella no parecía poder escucharla. Pero, por algún motivo, prefirió no darle importancia y permanecer como mera espectadora.
La muchacha del pozo era realmente hermosa, labios rojos como la sangre; pelo negro como el ébano y una piel blanca como la nieve.
Pero Jasmine no era la única a la que llamó la atención la belleza de la dulce muchacha. Un príncipe apareció alabando la belleza de aquella muchacha. Dijo que había recorrido varios reinos con el único fin de encontrar a la princesa Blancanieves, la cual era la dama más hermosa de todas.
Jasmine observaba encantada aquella romántica escena. Le recordaba en cierta forma al día en que conoció a Aladdín.
Pero, por desgracia para todos, unos guardias irrumpieron en los jardines y apresaron al príncipe, acusándolo de alta traición contra la reina y condenándole a morir. La princesa no pudo hacer nada para impedirlo, y se fue desconsolada a su habitación.
Jasmine no se podía creer lo que acababa de ocurrir. Pero entonces, alzó la vista y vio a una mujer de gélida miranda observando también aquella escena ¿Sería la reina? Entonces, la sangre de Jasmine se congeló, la reina sí podía verla, y le estaba lanzando una mirada claramente amenazadora.
Mientras, en el corazón del Inframundo.
-Hades: ¿Ya ha empezado la conexión?
-Eris: Falta poco. La princesa ya ha viajado a su reino. Tan pronto como la rosa negra altere su sueño, formará parte de ese mundo. Entonces, las princesas podrán unirse.
-Hades: Sí, será entonces cuando podremos traer de vuelta el poder de la bruja.
-Eris: Hades, eres tan retorcido. Podrías traerla de vuelta con el Edo Tensei, pero has elegido utilizar los sueños de esa joven.
-Hades: Todo es cuestión de perspectiva, querida. El Edo Tensei no permite una resurreción completa. Necesitamos a esa mujer con vida. Sus manzanas pueden resultar muy útiles para deshacernos de ciertos enemigos.
-Eris: Dime ¿Tiene esto algo que ver con la predicción de las Moiras?
-Hades: No tengo miedo a morir, si es eso a lo que te refieres. Ni siquiera los dioses podemos huir de nuestro destino, mas me tienta engañarlo. Falta poco para que esas jóvenes crucen sus caminos. Un camino teñido de un intenso color carmesí.

CONTINUARÁ

sábado, 15 de marzo de 2014

Dimensiones Malditas. Capítulo 31

Capítulo 31: Escarcha

Haku, Anna, Kristoff, Sven, Olaf y Águila roja continuaban con su periplo en busca del palacio de Elsa, la reina de las nieves. Olaf disfrutaba de tener tantos amigos a su alrededor, pero seguía pensando en el día en que pudiera disfrutar del verano. 

 De pronto, alguien apareció ante ellos. Era Merlín, maestro de Haku.

-Merlín: Haku, has llegado con mucho retraso.
-Haku: ¡Merlín! ¿Te has hecho algo? ¿Te has recortado la barba? Te sienta genial.
-Kristoff: Cada vez aparece gente más rara.
-Merlín: Es evidente que has sido incapaz de cumplir la misión que te encomendé. La luna me ha enviado un mensaje. Está cubierta de sangre. La sangre de los guardianes. Eso significa que has sido incapaz de salvarlos.
-Águila Roja: No os enfadéis con Haku. El ha estado conmigo, intentando salvar mi mundo. Fui yo quien le retrasó.
-Merlín: Mas también fue incapaz de salvar a tu gente. Haku, me has decepcionado. Primero desobedeces mis órdenes, y vas a salvar otros mundos. Y, para colmo, fracasas. Yo no te enseñé los trucos de la magia del viento para que fueras un irresponsable.
-Anna: Disculpe, pero ha dicho que unos guardianes fueron asesinados ¿Quién lo hizo?
-Merlín: Fue la reina de las nieves. Tu la conoces como Elsa.
-Anna: ¡¿Elsa?! ¡No puede ser! Ella es mi hermana y nunca haría daño a nadie.
-Haku: No actúa por voluntad propia. Un ser llamado sombra controla sus acciones.
-Merlín: Si nos damos prisa para llegar a su castillo, tal vez podamos evitar que haya más víctimas.
De repente, sonó una voz. Era la de Jack Escarcha.
-Jack: Así que os dirigís al castillo de la reina de las nieves. Me interesa acompañaros.
-Anna: ¿Quién es ese?
-Merlín: Es Jack Escarcha. Un guardián. Parece que ha podido sobrevivir. Pero el hecho de que tu lo veas, jovencita, confirma uno de mis temores.
-Jack: La reina de las nieves ha asesinado a mis amigos con crueldad y sangre fría. Así que tomaré mi venganza haciéndole lo mismo a ella.
-Haku: ¿No tendrá esto algo que ver con que Anna y Kristoff le vean?
-Merlín: Me temo que así es. Sus sentimientos de odio y venganza hacen que sus poderes de guardián aumenten. Hasta el punto de volverse visible al ojo humano.
-Anna: Este tipo quiere matar a Elsa ¡Tenemos que hace algo! 
-Kristoff: Tranquila Anna, solo tenemos que convencerle de que Elsa no es malvada. Si realmente se encuentra bajo un hechizo, tenemos que romperlo-.
Olaf: ¡Para que lo sepas, copito de nieve! No te vamos a dejar que hagas daño a Elsa!
-Jack: Así que sois amigos suyos. En ese caso, me temo que no tengo alternativa, tendré que pasar sobre vosotros por la fuerza. No dejaré que os metáis en mi camino.
Jack alzó su bastón y atacó a Anna y Kristoff, pero Haku se puso en medio con la espada desenvainada. Justo cuando ambas armas iban a chocar, un rayo golpeó a Jack. 
Pocahontas se encontraba en el jardín de rosas del castillo Disney, donde la Alianza había establecido su base.
La princesa india tenía muchas cosas en que pensar: John Smith, Nakoma, su pueblo.... Pero sobre todo, en su acciones. Por primera vez en su vida había seguido el camino de la oscuridad, y no sabía cómo actuar en adelante.
Esmeralda entró también en aquel extraño jardín.
-Esmeralda: Es preciosos ¿Verdad?
-Pocahontas: Sí. Keroro me dijo que este lugar fue creado para crear una barrera contra un extraño poder.
-Esmeralda: ¿Unas rosas? ¿Están hechizadas?
-Pocahontas: No lo sé. Escucha, Esmeralda... Siento muchísimo lo que le ha ocurrido a tu esposo. Sé lo duro que es perder a un ser amado.
-Esmeralda: ¿Sabes? Según el código de honor de la guardia real, debería sentirme orgullosa de que Febo muriera en combate, pero soy incapaz de alegrarme. He derramado lágrimas por Febo, mas mi corazón permanece en pie. Debería estar roto, pero creo que impera la necesidad de acabar con esta guerra que ha destruido la felicidad de tanta gente.
-Pocahontas: Tienes razón. Es necesario actuar. No sé lo que le podrá ocurrir a Nakoma en esta situación. Tengo que salvarla.
-Esmeralda: Pocahontas, tu actuaste con el fin de salvar a tu gente. No puedo culparte por tus actos. Yo te ayudaré a salvar a Nakoma.
-Pocahontas: ¿En serio?
-Esmeralda: Por supuesto. Para eso están las amigas.
En ese momento, apareció Quasimodo pidiendo ayuda a Esmeralda y Pocahontas. Merlín no estaba, y algo extraño ocurría con la piedra angular de luz.
Elsa acababa de volver a su castillo, cargado cada vez más del aura maligna de sombra.
El malvado ser apareció ante la desconcertada reina.
-Sombra: Has hecho un gran trabajo querida.
-Elsa: ¿Un gran trabajo? Me has obligado a matar a 3 personas. Eres un ser terrible.
-Sombra: Verás, querida. Ellos no eran personas, eran guardianes, una especie de espíritus. Pero te garantizo que ellos eran los malvados. Me desterraron e hicieron que la gente se olvidase de mí.
-Elsa: Ahora ya he cumplido tus ordenes ¡Déjame en paz!
-Sombra: Lo siento, pero aún hay un último trabajo que quiero que hagas: Se están acercando un grupo de intrusos a este castillo. Probablemente quieran acabar con nosotros, pero tú los eliminarás primero.
-Elsa: ¡NO! ¡Ya basta! No seguiré siendo el monstruo que tu quieres que sea ¡Desaparece!
Elsa intentó atacar a Sombra, pero él desapareció en una nube de humo. Comprendió entonces que nunca podría controlar por completo a Elsa debido a sus sentimientos. El malvado ser le lanzó un hechizo a Elsa, por el cual olvidó todo: su pasado, sus sentimientos, incluso a Anna. Ahora era una asesina sin escrúpulos.
Merlín observó a Jack flotando en el aire, convertido en una figura de hielo. El mago había cubierto a Jack con un hechizo de hielo antes de que golpease a Haku. Pero Jack seguía vivo y podía escuchar lo que le dijeran.
-Águila roja: ¿Te encuentras bien, Haku?
-Haku: Creo que sí, gracias.
-Anna: Me alegro de que haya pasado el peligro.
Merlín le explicó a Jack la situación en la que se encontraban, y que quien estaba detrás de la muerte de sus amigos, no era otro que Sombra. Había controlado la mente y cuerpo de Elsa, y le había obligado a atacarlos.
Jack recordó ver a Elsa rodeada de arena negra cuando atacó, y comprendió enseguida que era cierto. Decidió tomar otro camino. En lugar de matar a Elsa, honraría la memoria de sus amigos salvándola de las garras de Sombra, y eliminando a su mortal enemigo de una vez por todas.
Finalmente, Merlín descongeló a Jack, y todos juntos se dirigieron al palacio de Elsa, donde les esperaba una amenaza que les resultaría muy difícil de vencer.
CONTINUARÁ