sábado, 15 de marzo de 2014

Dimensiones Malditas. Capítulo 31

Capítulo 31: Escarcha

Haku, Anna, Kristoff, Sven, Olaf y Águila roja continuaban con su periplo en busca del palacio de Elsa, la reina de las nieves. Olaf disfrutaba de tener tantos amigos a su alrededor, pero seguía pensando en el día en que pudiera disfrutar del verano. 

 De pronto, alguien apareció ante ellos. Era Merlín, maestro de Haku.

-Merlín: Haku, has llegado con mucho retraso.
-Haku: ¡Merlín! ¿Te has hecho algo? ¿Te has recortado la barba? Te sienta genial.
-Kristoff: Cada vez aparece gente más rara.
-Merlín: Es evidente que has sido incapaz de cumplir la misión que te encomendé. La luna me ha enviado un mensaje. Está cubierta de sangre. La sangre de los guardianes. Eso significa que has sido incapaz de salvarlos.
-Águila Roja: No os enfadéis con Haku. El ha estado conmigo, intentando salvar mi mundo. Fui yo quien le retrasó.
-Merlín: Mas también fue incapaz de salvar a tu gente. Haku, me has decepcionado. Primero desobedeces mis órdenes, y vas a salvar otros mundos. Y, para colmo, fracasas. Yo no te enseñé los trucos de la magia del viento para que fueras un irresponsable.
-Anna: Disculpe, pero ha dicho que unos guardianes fueron asesinados ¿Quién lo hizo?
-Merlín: Fue la reina de las nieves. Tu la conoces como Elsa.
-Anna: ¡¿Elsa?! ¡No puede ser! Ella es mi hermana y nunca haría daño a nadie.
-Haku: No actúa por voluntad propia. Un ser llamado sombra controla sus acciones.
-Merlín: Si nos damos prisa para llegar a su castillo, tal vez podamos evitar que haya más víctimas.
De repente, sonó una voz. Era la de Jack Escarcha.
-Jack: Así que os dirigís al castillo de la reina de las nieves. Me interesa acompañaros.
-Anna: ¿Quién es ese?
-Merlín: Es Jack Escarcha. Un guardián. Parece que ha podido sobrevivir. Pero el hecho de que tu lo veas, jovencita, confirma uno de mis temores.
-Jack: La reina de las nieves ha asesinado a mis amigos con crueldad y sangre fría. Así que tomaré mi venganza haciéndole lo mismo a ella.
-Haku: ¿No tendrá esto algo que ver con que Anna y Kristoff le vean?
-Merlín: Me temo que así es. Sus sentimientos de odio y venganza hacen que sus poderes de guardián aumenten. Hasta el punto de volverse visible al ojo humano.
-Anna: Este tipo quiere matar a Elsa ¡Tenemos que hace algo! 
-Kristoff: Tranquila Anna, solo tenemos que convencerle de que Elsa no es malvada. Si realmente se encuentra bajo un hechizo, tenemos que romperlo-.
Olaf: ¡Para que lo sepas, copito de nieve! No te vamos a dejar que hagas daño a Elsa!
-Jack: Así que sois amigos suyos. En ese caso, me temo que no tengo alternativa, tendré que pasar sobre vosotros por la fuerza. No dejaré que os metáis en mi camino.
Jack alzó su bastón y atacó a Anna y Kristoff, pero Haku se puso en medio con la espada desenvainada. Justo cuando ambas armas iban a chocar, un rayo golpeó a Jack. 
Pocahontas se encontraba en el jardín de rosas del castillo Disney, donde la Alianza había establecido su base.
La princesa india tenía muchas cosas en que pensar: John Smith, Nakoma, su pueblo.... Pero sobre todo, en su acciones. Por primera vez en su vida había seguido el camino de la oscuridad, y no sabía cómo actuar en adelante.
Esmeralda entró también en aquel extraño jardín.
-Esmeralda: Es preciosos ¿Verdad?
-Pocahontas: Sí. Keroro me dijo que este lugar fue creado para crear una barrera contra un extraño poder.
-Esmeralda: ¿Unas rosas? ¿Están hechizadas?
-Pocahontas: No lo sé. Escucha, Esmeralda... Siento muchísimo lo que le ha ocurrido a tu esposo. Sé lo duro que es perder a un ser amado.
-Esmeralda: ¿Sabes? Según el código de honor de la guardia real, debería sentirme orgullosa de que Febo muriera en combate, pero soy incapaz de alegrarme. He derramado lágrimas por Febo, mas mi corazón permanece en pie. Debería estar roto, pero creo que impera la necesidad de acabar con esta guerra que ha destruido la felicidad de tanta gente.
-Pocahontas: Tienes razón. Es necesario actuar. No sé lo que le podrá ocurrir a Nakoma en esta situación. Tengo que salvarla.
-Esmeralda: Pocahontas, tu actuaste con el fin de salvar a tu gente. No puedo culparte por tus actos. Yo te ayudaré a salvar a Nakoma.
-Pocahontas: ¿En serio?
-Esmeralda: Por supuesto. Para eso están las amigas.
En ese momento, apareció Quasimodo pidiendo ayuda a Esmeralda y Pocahontas. Merlín no estaba, y algo extraño ocurría con la piedra angular de luz.
Elsa acababa de volver a su castillo, cargado cada vez más del aura maligna de sombra.
El malvado ser apareció ante la desconcertada reina.
-Sombra: Has hecho un gran trabajo querida.
-Elsa: ¿Un gran trabajo? Me has obligado a matar a 3 personas. Eres un ser terrible.
-Sombra: Verás, querida. Ellos no eran personas, eran guardianes, una especie de espíritus. Pero te garantizo que ellos eran los malvados. Me desterraron e hicieron que la gente se olvidase de mí.
-Elsa: Ahora ya he cumplido tus ordenes ¡Déjame en paz!
-Sombra: Lo siento, pero aún hay un último trabajo que quiero que hagas: Se están acercando un grupo de intrusos a este castillo. Probablemente quieran acabar con nosotros, pero tú los eliminarás primero.
-Elsa: ¡NO! ¡Ya basta! No seguiré siendo el monstruo que tu quieres que sea ¡Desaparece!
Elsa intentó atacar a Sombra, pero él desapareció en una nube de humo. Comprendió entonces que nunca podría controlar por completo a Elsa debido a sus sentimientos. El malvado ser le lanzó un hechizo a Elsa, por el cual olvidó todo: su pasado, sus sentimientos, incluso a Anna. Ahora era una asesina sin escrúpulos.
Merlín observó a Jack flotando en el aire, convertido en una figura de hielo. El mago había cubierto a Jack con un hechizo de hielo antes de que golpease a Haku. Pero Jack seguía vivo y podía escuchar lo que le dijeran.
-Águila roja: ¿Te encuentras bien, Haku?
-Haku: Creo que sí, gracias.
-Anna: Me alegro de que haya pasado el peligro.
Merlín le explicó a Jack la situación en la que se encontraban, y que quien estaba detrás de la muerte de sus amigos, no era otro que Sombra. Había controlado la mente y cuerpo de Elsa, y le había obligado a atacarlos.
Jack recordó ver a Elsa rodeada de arena negra cuando atacó, y comprendió enseguida que era cierto. Decidió tomar otro camino. En lugar de matar a Elsa, honraría la memoria de sus amigos salvándola de las garras de Sombra, y eliminando a su mortal enemigo de una vez por todas.
Finalmente, Merlín descongeló a Jack, y todos juntos se dirigieron al palacio de Elsa, donde les esperaba una amenaza que les resultaría muy difícil de vencer.
CONTINUARÁ

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